20120921

La Casa

La arquitectura no crea objetos, crea espacios que serán habitados y percibidos por alguien, debemos entender por lo tanto, que una habitación no debe ser proyectada como un simple bien de consumo, ya que la casa tiene para el hombre un significado que va más allá del cumplimiento de sus funciones. La casa es un arquetipo.

La casa es una palabra femenina, ya que representa, de hecho, la protección, la seguridad, el útero materno. La casa es el símbolo del YO, entre más frágil y vulnerable sea el YO, más necesita de un escudo sólido, familiar, inviolable. La violación de la casa determina en casi todos los pueblos un sentido de temor y de culpa al mismo tiempo.12

Al respecto, Ryckwert dice que “la imagen de la choza significa el retorno a los orígenes, la referencia de lo que se hace por tradición, el intento de volver a dar valor a las acciones cotidianas”.13
El Diccionario de los símbolos14 define el término casa de la siguiente manera: “Como la ciudad, como el templo, casa está en el centro del mundo, ella es la imagen del universo (…)”.

            La época que estamos viviendo es una época de revolución total, comparable solo, -se ha dicho- con el momento en el cual el hombre pasó de la condición nómada a la ciudad amurallada. Lo mismo puede decirse para el creciente desarrollo de la casa de departamentos, que precisamente por su naturaleza, renunció al contacto directo de la habitación con el suelo. “La sobreposición de departamentos idénticos el uno al otro parece, de hecho, excluir la posibilidad de una casa imagen del YO, como personalidad única y diferenciada”.15

Que la casa representa de alguna manera, el YO o el alma de su habitante, es evidente en muchos ejemplos de cine y literatura: en la Dolce Vita(1959) de Federico Fellini los huéspedes de una fiesta exploran el interior en ruinas de un castillo. En la Imagen en el Espejo (1961) de Ingmar Bergman, la casa de los abuelos provoca la revocación del pasado que la protagonista vivió, y mas recientemente, en Life as a house  (2001) de Irwin Winkler, el protagonista ve derrumbarse su vida: con una existencia en crisis luego de serle diagnosticado un cáncer terminal, intenta conseguir la atención de su ex esposa  y el respeto de su hijo adolescente, además de concretar el sueño de derruir su hogar para construir una magnífica nueva casa, todo en tan sólo cuatro meses.
Esta película amalgama una curiosa metáfora argumental, por medio de la cual George –el protagonista-, un simple constructor de maquetas de casas, sublima la vida en torno a la construcción de la casa de sus sueños.

De esta manera, la vida como casa es un interesante punto de partida alrededor del cual se borda el fondo de la anécdota.
Pero hay más trasfondo al darnos cuenta de que, al igual que la vida de George, la casa está enclavada en un acantilado a la orilla del mar. La vida al borde del precipicio rescatada por los efluvios de los sueños, o lo que es lo mismo, "Construyendo la Vida" vista como la metáfora de una vida reflejada en una casa.

En disciplinas como el psicoanálisis, se ha intentado definir el significado de cada uno de los espacios internos de la casa cuando éstos se presentan en los sueños. En este sentido me parece interesante referirme al célebre sueño de Carl G. Jung en 1909 sobre la casa, a través del cual él construyó, en parte, su teoría del subconsciente colectivo. He aquí el sueño16


Estaba yo en una casa desconocida de dos pisos, era mi casa. Me encontraba en el piso superior, donde había una especie de saloncito amueblado con bellos muebles antiguos del estilo rococó. En las paredes estaban colgados cuadros antiguos de valor. Me sorprendía que esta fuera mi casa, y pensaba: ¡No está mal! Pero entonces me venía a la mente que no sabía que aspecto tenía el piso de abajo. Bajaba las escaleras y llegaba a la planta baja. Todo era mucho más antiguo, y comprendía que esta parte de la casa debía remontarse hacia el siglo XV o XVI. La decoración era medieval y los pisos eran de ladrillo rojo. Todo estaba más bien oscuro. Iba de un cuarto a otro pensando: Realmente, ahora debo explorar toda la casa. Llegaba frente a una pesada puerta y la abría: descubría una escalera de piedra que conducía al sótano. Bajaba y me encontraba en un cuarto con un bello techo en forma de cúpula, excepcionalmente antiguo. Examinando las paredes descubría, en medio de los bloques de piedras comunes, estratos de ladrillos y fragmentos de ladrillos contenidos en la calcina: por esto me daba cuenta que los muros se remontaban a la época romana.
Estaba más que nunca interesado. Examinaba también el piso que era de lastras de piedra, y sobre una notaba un anillo: lo jalaba y la lastra de piedra se levantaba, revelando otra escalera, de angostos escalones de piedra, que conducía hacia abajo en la profundidad. Bajaba también estos escalones y entraba en una baja caverna cavada en la roca. Una espesa capa de polvo cubría el piso, y en el polvo estaban desparramados huesos y cacharros como restos de una civilización primitiva. Descubría dos esqueletos humanos, evidentemente de una época remota, y medio destruidos. En este punto el sueño terminaba.

“Para mi estaba claro –prosigue Jung- que la casa representaba una especie de imagen de la psique, es decir, de la condición en la que estaba entonces mi conciencia, además, con las integraciones subconscientes hasta entonces adquiridas. La conciencia estaba representada por el saloncito: tenía una atmósfera de lugar habitado, no obstante el estilo de otros tiempos.
Con la planta baja comenzaba el subconsciente propiamente dicho. Cuanto más bajaba, más se volvía extraño y oscuro. En la caverna había descubierto los restos de una civilización primitiva, el mundo del hombre primitivo en sí mismo. Un mundo que sólo con dificultad puede ser alcanzado o iluminado por la conciencia. La psique primitiva del hombre colinda con la vida del alma animal, así como las cavernas de los tiempos prehistóricos estaban comúnmente habitadas por animales antes de que los hombres las reivindicaran para sí.”   

Jung interpreta a la casa como un símbolo del YO estructurado a través de muchos niveles de conciencia. Su procedimiento era, en ese momento, el de descender hacia las profundidades del subconsciente, desde la planta baja hasta el sótano, hasta la gruta, en busca de las raíces del hombre y en el reino del subconsciente colectivo.

Por lo tanto, simplificar el proceso arquitectónico a un mero trazo digital de líneas, que al juntarse formarán ALGO que parecerá bonito y bien hecho es tan erróneo e ingenuo como pensar la vida en blanco y negro.

12- Referencia no encontrada.
13- LA CASA DE ADAN EN EL PARAISO, Ryckwert, Joseph, ADELPHA, milán 1972.
14- DICIONAIRE DES SYMBOLES, Laffont, París 1969
15- EL MEDIO ES UN MENSAJE, Mc Luhan, Marshall, Editorial Diana México 1968
16- RICORDI, SOGNI E RIFLESIONI, Jung, Carl, Il Saggiatore, Milán 1965

Parte del proyecto de seminario de investigación, universidad mesoamericana, 2004.